Cuando pronuncio la palabra Futuro,
la primera sílaba pertenece ya al pasado.
Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.
Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna no-existencia.
                                        Wislawa Szymborska 
Posiblemente el nombre de Wislawa Szymborska no te resulte tan familiar como el de José Saramago, Günter Grass, Mario Vargas LLosa o Patrick Modiano (por citar al último premiado) pero esta poetisa polaca fue galardonada en 1996 con el Premio Nobel de Literatura.
La primera vez que escuché este poema fue hace no demasiado tiempo, quizá un año o año y medio. Iba conduciendo mientras oía un programa de radio cuando un novelista español, al que entrevistaban en una cadena que no viene al caso, lo recitó. Confieso que me hizo pensar y reflexionar sobre lo que decimos y el valor que le damos a  las palabras.
Szymborska, conocida como “la Mozart de la poesía”  murió el 1 de Febrero de 2012.
Si el poema tiene de por sí su miga, el inicio del discurso que pronunció  cuando recibió el Nobel es igualmente potente:
“Se dice que en un discurso lo más difícil es siempre la primera frase… Pues ya la dije… Pero presiento que las que siguen van a ser igualmente difíciles, la tercera, la sexta, la décima, hasta la última, ya que debo hablar sobre poesía. Muy raras veces me he expresado acerca de este tema, casi nunca, y siempre con la convicción de que no lo hago muy bien. Por eso mi discurso no va a ser demasiado largo. Toda imperfección resulta más fácil de aguantar si se sirve en pequeñas dosis.(…)”
Y tú, ¿en qué momento eres imperfecto con tus palabras?, ¿les das el valor qué realmente tienen?,¿cuidas tu comunicación?
Comparte