En este artículo, publicado en la revista Éxito Educativo, descubrirás las principales claves no verbales para mejorar la comunicación entre profesor y alumno
A estas alturas nadie duda del importante papel que la comunicación no verbal juega fuera y dentro del aula. Sin embargo y pese a todo, pocos son los que le prestan la atención debida y muchos menos en el ámbito educativo.
Una mirada, una expresión afable, un ceño fruncido, una sonrisa, un silencio, un determinado tono de voz o un simple toque en el hombro pueden marcar la diferencia en la relación profesor alumno.
Y si a todo ello sumamos la primera impresión, esa que en menos de 100 milisegundos y de manera inconsciente realiza nuestro cerebro, el éxito o fracaso de la interacción resulta en ocasiones más que predecible. Ya lo decía Alexander Todorov : nos formamos automáticamente una idea de la persona que tenemos delante y decidimos antes de que comience a hablar no solo si nos resulta atractiva sino también si es competente, afable y merece o no nuestra confianza. Es como el efecto Pigmalión trasladado al aula.
Las expectativas positivas o negativas que el docente se crea sobre sus estudiantes y viceversa, acaban por afectar al comportamiento de ambos, a su conducta verbal y no verbal y por ende al desarrollo de la clase.
Por eso es fundamental que el maestro tome conciencia de todo aquello que transmite con su voz y con su cuerpo. El éxito o el fracaso de su labor está altamente influenciado por esta comunicación silenciosa, de ahí la importancia de saber gestionarla adecuadamente.
¿Qué gestos debe realizar el profesor? ¿Cómo conectar más y mejor con los alumnos?.
Te lo cuento en este artículo de Éxito Educativo, la revista de referencia en el sector de la enseñanza.
Periodista, Coach de Comunicación, Analista y Máster en Comportamiento No Verbal Científico y Detección de la Mentira.